Entra, pasa, ponte comodo

Si pasas por aqui es que por tu cabeza ya ha pasado el pensamiento de hacer el Camino de Santiago, con este diario espero animarte a hacerlo. Encontré mucha información en la red antes de partir y es lo que me ha decidido a escribir este diario y subirlo, es mi granito de arena, mi pequeña aportación de la gran experiencia que es ser Peregrino.

De Samos a Santiago, cinco dias contados y acompañados de mis fotos en seis entradas, si quieres empezar por el principio tendrás que buscar en agosto, la historia comienza con "la preparación"

Espero que disfrutes ¡


Y si ya has hecho el Camino, seguro que entiendes y compartes todos los sentimientos que expreso.



Buen camino ¡

jueves, 9 de septiembre de 2010

De Arzúa a Santiago de Compostela

Esta mañana empiezo a caminar lentamente, no se bien porqué, me duele el brazo derecho de llevar el palo, la cintura, las piernas, los pies, pero eso es ya habitual,  voy despacito, mirando a los peregrinos que me pasan y me saludan con el habitual "buen camino". Me fijo en ellos. Cuando van juntos grupos de personas de 6 ó 7, suelen llevar la misma camiseta todos, con los nombres de la ciudad de donde parten y algún slogan de xacobeo 2010. Lo que más me he encontrado son parejas o varias amigas, jovenes. Los solitarios también son muchos, suelen llevar paso rápido y grandes mochilas. También se reconoce fácilmente quién lleva mucho tiempo andando o quién acaba de empezar. El color de la ropa, su forma de caminar y redes de ropa colgando de la mochila les delatan. Los que hacen el recorrido entero, como puede ser el francés, que se tarda un mes más o menos, pues a estas alturas se sabe muy bien que vienen de lejos nada más verlos, lo reflejan en sus movimientos, esa seguridad al andar, ese paso firme, no se bien, pero pienso que sus vidas han cambiado con esta experiencia.

Lo bonito es la cordialidad, la palabra amable al pasar, las ganas de hablar que llevamos todos, se tienen conversaciones pequeñas, mientras se camina al lado, pero muy curiosas, cada uno de una provincia,con sus cosas,  aunque la Tierra tira, me da mucha alegría cuando oigo acento del sur, incluso a una familia que la oía de lejos me paré a esperarles, sabia por su forma de hablar que eran de Málaga como yo y estuvimos un ratito hablando, me decía el hombre que no sabia que hacia allí con lo bien que se estaba tumbado en la playa. Recuerdo una vez que me pare en una sombra a beber al lado de una chica francesa, vio que me había terminado mi botella y sacó una pequeña de su mochila entregándomela, con señas me dijo que me la quedara, que ella se quedaba allí, ese día ya no andaría más y a mi me quedaba mucho hasta mi meta. No la volví a ver, no la conocía, pero me dio su botella sin pedirsela. Así es el camino.

Y metida en mis pensamientos empiezo a oír a los que me pasan que quieren llegar ese día a Santiago porque al día siguiente habían anunciado lluvias. Quedan 35 km a Santiago, mucho para un día pienso yo, pero está muy nublado, se camina muy bien así, sin tanto calor. Pensábamos dividir esta etapa en dos pero la idea de perderme la entrada a Santiago por la lluvia empezaba a atormentarme. Un hombre acompañado de dos niños me adelanta y me comenta que para las 7 quiere estar en Santiago, pero que claro, que a su paso, que al mio no. Esto me descoloca y paramos en un bar donde compartimos mesa con una mujer y su hija de 15 años. Nos habla animosa de que el final se acerca, de lo bien que lo han pasado, ella asegura que la lluvia no le va a estropear la llegada. Se marcha con su hija y me quedo comiendome mi bocadillo. En eso que miro al mostrador y la parte de abajo está llena de pintadas, personas que ponen frases de ánimo para los que pasan, dibujitos de peregrinos, muestras de cariño para los que saben que vienen detrás.

Una mezcla de todo, lo oído, lo leído, lo hablado o el bocata, el caso es que me pongo en pie con una fortaleza nueva y una sonrisa que me veo capaz de comerme el mundo. Recupero el paso de soldado, grandes zancadas con estas largas piernas que tengo y le digo a mi marido:

A por Santiago ¡


Señales en el camino, go¡  :  vamos ¡

y comienza la belleza del camino

Fijaos en el enorme hongo que hay en el árbol

En estos últimos kilómetros se va viendo ropa dejada en los laterales del camino en un intento de aligerar el peso que se lleva a las espaldas, sabiendo que Santiago está cerca y faltando fuerzas se queda la ropa en los laterales. Hay un lema en los albergues y en el camino: Deja lo que no necesites y coje lo que te haga falta"


13 kilómetros tan solo quedan ¡



Después de una gran subida por un camino de tierra aparece la autopista, uno piensa que ya está en Santiago, que ya ha llegado, pero aún queda un buen trozo por recorrer



El camino pasa al lado del aeropuerto. En la alambrada, los peregrinos en su paso dejan su señal,con trozos de palo entrelazados en la reja se hacen cruces. Durante toda la valla se ven estos símbolos



El camino que sigue no es bonito, pasa por polígonos, donde están las emisoras de la televisión gallega. Son calles muy largas y vacías. Agacho la cabeza y voy mirando mis pies para no ver lo que me queda por andar, esas largas calles son duras con el cansancio que se lleva. Me pongo a pensar en que es lo que me ha enseñado el camino. Y algo me ha enseñado, a confiar en mi misma, tenia muchas dudas de si iba a ser capaz de hacerlo o no y unos poquitos kilómetros me separan de Santiago. No solo he sido capaz, sino que la llegada será antes de lo previsto. Una satisfacción enorme me invade, siento que puedo hacer cualquier cosa que me proponga, me veo subiendo al Mulhacen con mi montañero hermano Kiko. Le pregunté si me veía capaz de hacer el camino y me dio su confianza, igual si me hubiera dicho que no, ni lo hubiera intentado.

La visión del Monte Do Gozo aparece con su gran escultura, su visión es una gran alegría, ya queda muy muy poquito


Desde allí se ve todo Santiago, pero no quiero ni asomarme, es muy tentador sentarse allí arriba, disfrutar de las vistas y tomarse un refresco, pero son ya 11 horas andando y pienso que si me siento no voy a poder seguir. Una palmera de chocolate en el quiosco y a comersela andando despacio, empezando a ver la ciudad

La primera vez que se ve la Catedral un escalofrío te recorre

Los Mecano entrando en Santiago

Hay que seguir las conchas del suelo


para llegar a contemplar la increible Catedral de Santiago de Compostela, que aparece grandiosa después de 130 kilómetros andados en cinco días




Lo que me apetecía en este momento era tirarme al suelo, en medio de la Plaza del obradoiro y contemplar la Catedral que siento un poquito mía, y así lo hago, con esta cara de felicidad absoluta

No me puedo creer que mis pies llenos de ampollas me trajeran hasta aqui :)


Aún en la puerta de Santiago, sigo sorprendiendome de algunos peregrinos, esta mujer tiraba practicamente de su casa, hasta de su perro



Hay una gran cola para dejar la mochila en consigna, para entrar a la Catedral y abrazar al Santo hay que hacerlo así, pero otra gran cola es necesaria y otra  más para sellar la Compostela, decidimos dejarlo, sabemos lo que hemos hecho, la Compostela no es necesaria y Santiago nos perdonará no abrazarlo



Y esta es mi historia,



esta es la experiencia que he vivido junto con mi marido,



su apoyo me ha dado fuerzas en todos estos días, sin sus consejos y sus ánimos no lo hubiera conseguido, y ya empezamos a pensar en hacerlo de nuevo, pero desde León

Si estás leyendo esto es porque piensas vivir tu camino, y si mis palabras y fotografías te han animado a hacerlo, seria una gran satisfacción para mi.


Buen camino ¡

6 comentarios:

  1. Muchas gracias por el hermoso relato que ha tenido a bien regalarnos. Estoy segura que el Apostol Santiago, siempre tan atento y cariñoso, se lo recompensará en esta vida, en el más allá y en cualquier otra que pueda surgir entretanto.

    Un millón de gracias
    Y por su puesto, BUEN CAMINO.

    Alma

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  2. ¡Que satisfacción mas grande Sonia! una satisfacción que hasta mi ha llegado...¡joer..si hasta me he emocionado y todo!

    Gracias.

    Antonio.

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  3. Me alegra muchisimo que os guste, gracias por vuestras palabras ¡

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  4. Un precioso relato Sonia, después de poder leer tus sentimientos tan vívidamente expresados, me han entrado unas enormes ganas de poder hacer este Camino.
    Gracias

    Susana

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  5. Què bien has sabido expresar todo lo que has sentido en tan poquitas lineas. Ahora si que me entran ganas de hacerlo, pero con mi salud no sé si podré y sobre todo ants me daba mucho miedo la soledad del camino, pero tú me has dado mucho para que no la tenga y pueda desterrar eso pequeños espiritus negros que andan por dentro de mi cuerpo.
    Con mucho cariño
    Mariamercede

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  6. Que bonitas palabras Mariamercedes, me gustaria leer que conseguiste hacerlo ¡¡¡ Un besote

    Gracias Susana, Buen camino, seguro que lo harás ¡

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