Entra, pasa, ponte comodo

Si pasas por aqui es que por tu cabeza ya ha pasado el pensamiento de hacer el Camino de Santiago, con este diario espero animarte a hacerlo. Encontré mucha información en la red antes de partir y es lo que me ha decidido a escribir este diario y subirlo, es mi granito de arena, mi pequeña aportación de la gran experiencia que es ser Peregrino.

De Samos a Santiago, cinco dias contados y acompañados de mis fotos en seis entradas, si quieres empezar por el principio tendrás que buscar en agosto, la historia comienza con "la preparación"

Espero que disfrutes ¡


Y si ya has hecho el Camino, seguro que entiendes y compartes todos los sentimientos que expreso.



Buen camino ¡

jueves, 2 de septiembre de 2010

De Portomarin a Palas de Rei

Comenzamos cruzando un largo puente en el que es mejor no mirar al suelo, el rio aparece en tus pies, para sumergirte de lleno en el bosque


De nuevo la niebla de la mañana nos acompaña, los colores de las espigas de la tierra se acentuan


Un campo inmenso de girasoles aparece entre la niebla

Incluso me entretengo mirando esta curiosa telaraña que tiene atrapada a toda la planta

Este pequeño tramo recorrido es cuesta arriba, voy andando a la par de un hombre que no parece peregrino, sino más bien que va a sus tierras. Él mantiene el paso pero yo, le adelanto y me paro a hacer una foto, él me pasa y asi de nuevo. Mi paso es más rápido pero en las paradas me alcanza. Al final al pasar a mi lado me sonrie y dice, "señorita, a Vd. no hay que decirle buen camino, sino buena foto", reimos los dos y yo le digo que es para disimular y tomar aire con la cuesta. Realmente disfruto mucho de este paisaje nebuloso






Pero no siempre es asi, hay tramos que van al lado de la carretera, se hacen más pesados, más monotonos. Me gusta cuando pasa algún ciclista y nos chillan dando ánimos,  como en las carrerras de ciclismo pero al revés


Los orreos para guardar el cultivo son muy curiosos, casi todas las viviendas tienen uno en su puerta, quien no lo usa lo deja en forma de decoración


Y volvemos al bosque, con unos árboles gigantescos en el camino que lo llenan todo de sombra


Este año, al ser Xacobeo y agosto, los peregrinos eramos numerosos. En este tramo sin embargo pude disfrutar de la paz del silencio, de ese momento mágico en que la brisa mueve las ramas de los árboles y no hay canción que lo supere


De nuevo encontramos unz cruz, llena de recuerdos. Un hombre que pasaba iba diciendo que tenian que quitarlo, que eran memeces. Me dio rabia por dentro, entiendo que si todos dejamos algo se convertiria en algo enorme y deforme, pero senti indignación por ese comentario despectivo y por primera vez, me agaché, tomé una piedra y la coloqué en la cruz



Una larga carretera cuesta abajo empezó después. A mis espaldas, a lo lejos, oia a un hombre silbar estrofas de canciones, llenaba todo el espacio con su tarareo, no queria volverme a mirarle para que no sintiera verguenza y parara. Fue preciosa esa larga bajada, cantaba trocitos, lo mismo villancicos que rock. Al final de la cuesta, llegamos a un poblado donde sellaban la credencial. Alli le esperé y le di las gracias por lo que me habia hecho sentir en este tramo donde las piernas me dolian bastante. Resultó ser francés y se lo tuve que decir con señales

Y asi llegamos a Eirexe


donde reservamos una habitación para pasar la noche, aunque aún nos quedaban unos kilometros para llegar a nuestro destino, Palas de Rei. La pensión era preciosa, las sábanas olian a fresco, la familia que la regenta encantadora y enfrente un bar para cenar. Reservamos y seguimos camino



El camino sigue en la espesura de los árboles, agradeciendo su sombra


Llegamos a Palas de Rei, comemos alli y un taxi nos lleva a la pensión. Solo recuerdo que el nombre tenia una X, pero el taxista nos lleva sin problemas.

Queda hacer la colada en un lavadero a mano y tenderla al sol. Por el camino se ven a Peregrinos que llevan la ropa, camisetas, calcetines, por fuera de la mochila, para que se seque


Y lo más importante que hay que hacer cada dia, pincharse las ampollas de los pies con una aguja pasada por el fuego, como si se cosiera, hay que pinchar dos veces para que salga la pus y la piel se pegue en la piel sin retirarla. Un poco de betadine y dejarlos al aire, al dia siguiente como nuevos. Es normal ver por las tardes a los peregrinos paseando con chanclas, poniendose crema hidratante, con las vendas de las rodillas, los pies en alto, pero sus caras están relajadas, es un mal menor



3 comentarios:

  1. vaya pasada de bloq tita, me encanta!!! que buen viaje y que bien comentado, llevais la venilla de la escritura en tu familia eh!! (marina)

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  2. Si es que es una pasada, a nostros también nos ha gustado mucho.
    Felicidades

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  3. Gracias ¡ Me da alegria que les guste, y si les animo a que lo recorran mejor que mejor ¡

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